| Año IV | 2005
 Campeonato del Mundo de Fórmula 1 2005 | GP de España| 5ª prueba | 8 de Mayo

En carreras como la de ayer en Montmeló es donde se ganan los campeonatos. El segundo puesto de Fernando Alonso, tras unas vueltas de incertidumbre viendo como su goma trasera izquierda dejaba de rendir a la perfección, puede ser a final de año clave en la asignación del título. Porque en situaciones como la de esas vueltas en las que el R25 del asturiano sufría graves problemas de estabilidad debido a un acusado "blistering" de uno de sus neumáticos, lo fácil es cometer un error y acabar fuera de la pista. Pero Alonso sigue demostrando que, pese a su juventud, tiene una madurez en carrera, proveniente con toda seguridad de sus muchos años en competición que le convierten, pese a su corta edad, en todo un veterano. Así que, tragándose las ganas de ir a por un Raikkonen que desaparecía en la distancia, la frustración de verse superado por su compañero Fisichella tras el primer repostaje y el, ¿por qué no?, miedo de ver llegar por detrás al Ferrari de Schumacher con ganas de "venganza deportiva" tras lo de Imola, Alonso, apretó los dientes, resistió, no cometió un error que hubiese sido hasta disculpable, y acabó sacando muchos más fruto de lo que ni el mismo, pese a su proverbial optimismo, podía esperar cuando empezaron a verse signos de desfallecimiento en su Michelin trasero.
Un segundo puesto final que Alonso y los más de cien mil aficionados que llenaron Montmeló, celebraron por todo lo alto, sabedores de lo duro que había sido obtenerlo, a veces no ganar es incluso más difícil que ser el primero.

Los colores de Asturias llenaron Montmeló batiéndose todos los records de público
(foto Renault Media)

Raikkonen hace valer su pole position en la primera curva...
(foto Daimler Chrysler)

...y se va sólo hacia una clara victoria, la primera "no Renault" del año
(foto Daimler Chrysler)


McLaren la nueva amenaza

La demostración de De la Rosa en Bahrein, vuelta rápida incluida, había sido el primer aviso serio de la recuperada competitividad de los McLaren Mercedes. En Imola Raikkonen ya se mostró como el más rápido en entrenos y lideró con autoridad las primeras vueltas, aunque una muy temprana avería nos dejó con la duda de si iría menos cargado de combustible que sus rivales. En Montmeló se disiparon ya todas las incógnitas al respecto, el MP4/20 anda ¡y mucho! Ya el viernes, mientras se diluía su última esperanza de tomar parte en el gran premio ante el retorno de un dolorido Montoya, Pedro Martínez De La Rosa colocaba su monoplaza plateado en lo más alto de la tabla de tiempos. El sábado, Raikkonen se quedaba a sólo 24 milésimas del mejor crono en la primera tanda de calificación pese a cometer un bien visible error en uno de los primeros virajes, error en el que se había dejado bastante más tiempo del que le separó del mejor crono. Y el domingo Kimi, simplemente, no tuvo rival. Se hizo con la pole tras ser el mejor en la calificación de las diez de la mañana, tomó la salida desde la primera posición y ya no abandonó el liderato hasta la bandera a cuadros.
Toda una muy convincente demostración del poderío de McLaren-Mercedes, esta vez sin que ninguna avería o incidente turbase la solitaria cabalgada del finlandés, y un aviso de que, a partir de ahora, ya hay un nuevo equipo con el que contar por la victoria en cada carrera.

Bridgestone vuelve a fallar

Tras su impresionante ritmo de carrera en Imola, Schumacher y Ferrari volvían a estar en todas las apuestas de cara a la victoria el domingo. Y eso pese a unos entrenamientos no muy convincentes, en los que ya se veía que las Bridgestone no estaban a la altura de las Michelin, al menos en lo que en rendimiento a una vuelta se refiere. Pero en carrera las cosas debían ser diferentes, y eso parecía en el primer tercio de la prueba, con Schumacher siguiendo la misma táctica usada en San Marino, salir más cargado para repostar más tarde y superar rivales durante la primera parada en boxes en vez de hacerlo adelantándolos en la pista. Algo que a los "puristas" nos gusta poco pero que en la fórmula 1 actual es, por desgracia, el modo más efectivo de ganar posiciones.
Pero, pese a que tras ese tardío primer repostaje, Schumacher emergía en cuarta posición, y acercándose peligrosamente a los Renault de Fisichella y Alonso, los tiempos por vuelta del alemánno eran el inexorable martillo de Imola, donde rodaba hasta dos segundos por vuelta más rápido que cualquiera de sus rivales. En Montmeló las diferencias se cifraban en décimas, y no siempre a favor del Ferrari. De hecho, la victoria era inalcanzable para Schummy ya antes de que una pérdida de aire en su neumático trasero izquierdo, el que más sufre en las rápidas curvas a derechas de la pista catalana, le enviara de vuelta a boxes arruinando sus opciones de, al menos, subirse al podio. El que, apenas una vuelta después, fuese la goma delantera del mismo lado la que fallase no hacía sino echar más "sal a la herida" para los japoneses de Bridgestone, que volvían a sufrir una importante derrota a manos de sus rivales franceses de Michelin. El Ferrari número 1 tomaba directamente el camino del garaje y el mundial se le ponía aun más cuesta arriba al heptacampeón del mundo. El coche es competitivo, pero si las ruedas no acompañan ni el mejor coche ni el mejor piloto pueden hacer nada, así es la fórmula 1 actual, o funciona todo el conjunto o ya puedes despedirte. Y en Ferrari se empiezan a despedir y a desesperar, porque sólo así se explica la idea de mandar al pobre "Rubinho" a hacer una carrera a una sola parada tras salir el último luego de haber cambiado de motor ya el sábado. Al final, el brasileño acabó en un anónimo noveno que vino a completar otro fin de semana negro para los coches rojos.


Para Alonso y Renault un segundo puesto que sabe casi a triunfo
(foto Renault Media)

Los Bridgestone le fallaron a Schumacher justo cuando más los necesitaba
(foto Bridgestone)

Pedro explica a Montoya como va el MP4/20 ¡lástima no haber visto al catalán en carrera!
(foto Daimler Chrysler)

Toyota y Trulli siguen sumando

Los que siguen arriba son otros japoneses, ¡aunque para ello usen ruedas francesas claro! Nos referimos a Toyota, que en Montmeló empezaron sumando puntos ya antes de salir siquiera a la pista. La justa descalificación de los BAR luego de confirmarse su peso por debajo del mínimo en Imola (¡y el modo más que ilegal que usaron para intentar disimularlo sobre todo!) daba a Trulli un par de puntos extra que le consolidaban en la segunda plaza de la general el viernes. Al día siguiente, Jarno se hacía con la "minipole" y, aunque no la conservaba el domingo tras decidir Toyota, como también hacía Renault, cargar un poco más de combustible para "cubrir" en lo posible la temida parada tardía de Schumacher, Trulli hacía una carrera impecable, yo diría que de las más convincentes que le hemos visto, y acababa por subirse de nuevo al podio, siempre a espaldas de Alonso pero sumando otros seis puntos, que unidos a los dos "extra" ya comentados, le permitían salir de España segundo en la general y a la misma distancia de Fernando que ya existía cuando dejaron Italia hace quince días. Para Jarno la satisfacción extra, además, de mantener a sus espaldas a un Ralph Schumacher que, por fin, se mostró al nivel que debe de estar con el Toyota, y que no parecía nada dispuesto a hacerle fácil el final de carrera a su compañero de equipo.

Los Renault todavía son los más rápidos ... o casi

Al menos esa es la conclusión que se llevaron Briatore y los suyos con la postrera vuelta rápida de Fisichella. El romano llegó a rodar segundo, por delante de Alonso, tras el primer repostaje, aprovechando las vueltas más flojas de los Michelin del asturiano. Para su desgracia, un problema en el morro de su R25 le hizo perder todo lo ganado, y tras el cambio del frontal en boxes, sólo le quedó el consuelo de una remontada estilo "De la Rosa-Bahrein" que culminó exactamente igual que la del barcelonés en el gran premio árabe, con la vuelta rápida en carrera arrebatándole la quinta plaza en los compases finales de la prueba al Williams de Mark Webber. El australiano había sorprendido con una muy buena de calificación el domingo, que le ponía en primera fila aunque parecía claro que gracias, no sólo a su buen pilotaje, sino también a un menor carga de combustible. Pero Webber no podía aprovechar esa teórica ventaja de la ligereza en las primeras vueltas, siendo superado ya en el sprint hacia la primera curva por Alonso y Ralph, que saliendo por la parte "buena" de la pista lo dejaban clavado. A partir de ahí, el ritmo del Williams tampoco era de los que impresionan y cuando, en las últimas vueltas, Fisichella le daba alcance, su inútil intento de resistirse en la frenada de final de recta, con una de esas "maniobras defensivas" tan de moda desde hace unos años, y tan peligrosas! no hacía más que confirmar como el Williams BMW no está a la altura de los coches más competitivos.
Mucho han de trabajar en Grove para que Webber y Heidfeld no nos dejen mal en nuestros pronósticos de inicio de temporada, cuando les augurábamos un estreno en su casillero de victorias a lo largo del año.

Monaco, más que un gran premio

Y lo decimos no por el tópico del glamour que rodea a la carrera en las calles del principado. Este año, tal y como llega el campeonato, la victoria en la cita monegasca puede ser de las que marquen el devenir del resto del certamen. Una victoria que se empezará a jugar en la calificación, dada la material imposibilidad de adelantar que existe en las estrellas calles que dan cabida al circuito. Y ahí, de entrada, Schumacher y Bridgestone ya parten con desventaja, visto el mal rendimiento de las gomas japonesas a una sola vuelta. Por lo que, sin descartar nunca al alemán, el ,duelo debería restringirse a Alonso, Raikonen y Trulli, los tres hombres que llegarán con mejores credenciales. Fernando porque es el líder, porque Renault ya ganó allí el año pasado ... ¡y porque el asturiano tiene una cuenta pendiente con el túnel! Kimi porque el McLaren parece, a día de hoy, el monoplaza más rápido y al finlandés no le faltan precisamente manos para llevarlo a la victoria en el Principado. Y Jarno porque es, precisamente, quien ganó en la última visita "a la ruleta" y porque su Toyota en poco tiene que envidiar al Renault o al McLaren de sus rivales.
Así que ya saben "¡Hagan juego señores!"