| Año IV | 2005
 Campeonato del Mundo de Fórmula 1 2005 | GP de Canadá| 8ª prueba | 12 de Junio


Acostumbrados a la fiabilidad "a prueba de bomba" de los Fórmula 1 modernos, hacía tiempo que no veíamos un gran premio con tantos abandonos como el disputado en el circuito Gilles Villeneuve de Montreal. La dureza de la pista canadiense hizo estragos y nos devolvió, aunque sólo fuese por una vez, a la fórmula 1 de los viejos tiempos, cuando no sólo ser rápido contaba sino que lo fundamental era llevar el monoplaza a la meta, algo que no era sencillo cuando habitualmente la mitad de los que salían no pasaban bajo la bandera a cuadros. Y aunque pueda resultar contradictorio, tanto abandono puede resultar positivo porque hace que el resultado sea impredecible y que nada se pueda dar por descontado hasta el último metro, aumentando la emoción e interés de un gran premio.

Los Renault salen catapultados desde la segunda línea y llegan delante de todos a la 1ª curva
(foto Renault F1 press)

Fisichella por delante de Alonso que se impacienta, ninguno de los dos llegaría muy lejos
(foto Renault F1 press)

El momento decisivo, pace car en pista, Kimi en boxes y Montoya no
(foto Daimler Chrysler)


Los Renault salen disparados...

Aunque ya no se use el famoso "launch control" que hacía las arrancadas de los grandes premios más un concurso entre "programadores electrónicos" que entre pilotos, esta claro que en Renault han sabido mantener una buena parte de la ventaja que siempre tuvieron cuando las salidas eran "automáticas". Sea por el software del control de tracción, sea por la peculiar distribución de pesos del R25, con mayor preponderancia para el eje trasero que el resto de sus rivales, el caso es que los coches franceses siguen siendo los más rápidos cuando el semáforo se pone verde. En Canadá la arrancada de Fisichella y Alonso desde la segunda fila fue simplemente humillante para los ocupantes de la primera línea de parrilla, el BAR de Button y el Ferrari de Schumacher que, pese a ir, como luego se demostraría, más ligeros de combustible, no tuvieron la más mínima oportunidad de controlar a los Renault. Entre estos, pese a salir un poco más atrás, era "el Fisico" quien tomaba la delantera aprovechando una ligera indecisión en el monoplaza de Fernando justo cuando se apagaban las luces rojas.

... y se escapan en el orden equivocado

Con los dos R25 en cabeza la configuración de la carrera cambió por completo respecto a lo que los entrenos habían dejado ver. Ni Button ni Schumacher podían seguir el ritmo de Fisichella y Alonso, mientras que los más rápidos del resto eran los McLaren de Montoya y Raikkonen que, tapados por rivales inicialmente más lentos, no explotaban todavía todo su potencial. El momento era ideal para que en Renault sacaran la mayor ventaja posible antes de que las flechas plateadas se viesen libres de obstáculos y sacasen a relucir toda la velocidad que se intuía llevaban dentro ... ¡pero en Renault el coche más rápido iba segundo y el más lento primero! Alonso se impacientaba tras su compañero de equipo pero no lo podía superar, y como las órdenes de equipo están, al menos en teoría, prohibidas, sus comentarios vía radio pidiendo paso quedaban más como un desahogo que como algo práctico.

Como se preveía, tanto BAR como Ferrari no habían cargado mucho combustible en los depósitos de los monoplazas de Button y Schumacher así que estos fueron de los primeros en parar y, ya sin nadie que les ralentizara, los McLaren de Montoya y Raikkonen empezaron a recortar diferencias con los Renault para desesperación de Alonso. Llegado el primer turno de repostajes resultó que Renault y McLaren llevaban exactamente la misma estrategia. Primero pararon Fernando y Kimi, cargando gasolina para un segundo "stint" largo, y justo una vuelta después, llegó el turno de Giancarlo y Juan Pablo, que se demoraron algo menos en el repostaje. Esto dio al colombiano su primera oportunidad de superar a Alonso que pasaba por la curva de final de recta justo cuando el McLaren número 10 abandonaba el pitlane, pero la arriesgada salida de boxes de Montoya, al límite con las gomas todavía sin estar a temperatura óptima y el coche cargado de gasolina casi acaban con su carrera, saliéndose a la hierba y debiendo dejar pasar por delante al español.
Con el fallido intento de Montoya la situación quedaba como estaba antes, los dos Renault en cabeza, siempre Fisichella por delante de Alonso, y los dos McLaren por detrás, también con el piloto con menos puntos en la clasificación precediendo al mejor situado del equipo en la general. Pero si en ambos casos los respectivos jefes de equipo Flavio Briatore y Ron Dennis estaban pensando como resolver la papeleta, las circunstancias de carrera se encargarían de dejar las posibles decisiones polémicas para otra ocasión.
Donde primero se acababan las dudas fue en Renault, de golpe Fisichella perdía velocidad y era superado fácilmente por Alonso ... y por todos los demás. Un fallo hidráulico dejaba al desafortunado piloto romano de nuevo fuera de carrera en una temporada que está empezando a ser frustrante para Giancarlo.
Alonso se veía, por fin, libre de poder rodar a su propio ritmo y, poco a poco, empezaba no sólo a contener la recuperación de Montoya sino, incluso, a aumentar ligeramente su ventaja. Pero ello era a costa de rodar muy al límite y en un trazado como el Gilles Villeneuve de Montreal, con tan poco margen para el error en muchas de sus curvas, el riesgo siempre es mayor. Un toque contra uno de los temibles muros de hormigón que bordean el circuito, al salir pasado de la segunda chicane y tocar con la rueda trasera derecha contra la pared, dejaba dañada de forma irreparable el R25 del español que debía resignarse a volver a baja velocidad hasta los boxes y sumar su primer abandono del año.

Klien fue a lo suyo sin mirar espejos no banderas azules pero al final puntuó
(foto RedBull press)

Raikkonen de nuevo en lo más alto y Schumacher otra vez en el podio
(foto Daimler Chrysler)

Increíble vuelta de calificación de Marcel Albers con el Minardi
(foto Minardi.it)

El safety car hunde a Montoya

Con los dos Renault fuera los McLaren tenían la carrera en el bolsillo aunque con Montoya por delante de Raikkonen lo cual, a efectos del campeonato, no era precisamente lo que más les interesaba. ¡Pero a ver quien le decía a Montoya que no ganase tras el difícil inicio de temporada que ha tenido el colombiano y las ganas de brillar que se le adivinaban ya desde los entrenos! Pero Juan Pablo parece estar un tanto gafado este año y su primera victoria con McLaren tendrá que seguir esperando. Luchando por la tercera plaza, lejos de los dos primeros, venían Button y Schumacher y, al igual que en Imola, el británico era incapaz de resistir la presión del alemán. Si entonces Schummy le superaba aprovechando una indecisión de Jenson ante unos doblados, esta vez el piloto de BAR se quitaba de en medio el solito, estrellándose contra el famoso "muro de los campeones" que flanquea el inicio de la recta principal del circuito de Montreal.

El accidente de Button obligaba a intervenir al safety car mientras las asistencias retiraban el BAR de la peligrosa zona donde había quedado ... y entonces es cuando se decidía la carrera. En McLaren no llamaban a tiempo a Montoya a boxes (¿sutil forma de asegurarse que Raikkonen ganaba o simple error?) y el colombiano seguía en pista a ritmo lento mientras todos los demás, empezando por su compañero de equipo, aprovechaban el momento para realizar su siguiente reportaje. Cuando Juan Pablo conseguía entrar en el pit lane, al final de la siguiente vuelta, Kimi ya estaba en pista y le arrebataba la primera posición. Probablemente más que enfadado por lo sucedido, Juan Pablo salía de boxes aun más al límite que la vez anterior tratando de perder las menos plazas posibles...¡y se saltaba el semáforo en rojo! La maniobra era bandera negra y exclusión inmediata y dejaba a Raikkonen como líder y con varios doblados entre su McLaren y el Ferrari de Schumacher que, en un par de vueltas, había visto como dos de los rivales que le precedían se autoeliminaban.

Las últimas vueltas todavía mantenían la emoción porque, una vez desembarazado de los coches rezagados que se interponían en su camino, Schumacher empezaba a recortar diferencias respecto a Raikkonen y parecía que podría inquietar al finlandés de cara a la victoria. Pero esta vez Kimi lo tenía todo bajo control y pese a entrar en el último giro con poco más de un segundo de diferencia, la ventaja estaba de su parte y cruzaba la meta como ganador recuperando, de golpe, todo lo que había perdido quince días atrás al romperse la suspensión delantera de su McLaren iniciando el último giro al Nurburgring.
El podio lo completaba Barrichelo autor de una gran carrera que pasó casi desapercibida pero que le permitió terminar tercero tras salir el último y desde boxes luego de sus problemas de cambio en entrenos. Cuarto era otro motor Ferrari, este montado en el Sauber de Massa, que obtenía un excelente resultado en carrera tras haber sido superado claramente esta vez por su compañero Jacques Villeneuve en entrenos. Pero al canadiense las cosas no le salen este año y tras su magnífica vuelta de calificación, que le dio un puesto en la cuarta fila de parrilla, todo se le torció en la primera vuelta, al sufrir un toque, dañar el morro de su Sauber y perder muchísimo tiempo.
Tras Massa entraba el único Williams superviviente, pilotado por un Webber que no acaba de andar como debiera y, ya doblado Ralf Schumacher salvaba unos puntos para Toyota luego de que Trulli, por momentos cuarto, se viese obligado a abandonar. Cerraban las ocho primeras plazas los dos RedBull que siguen sumando carrera a carrera con increíble regularidad. Coulthard hacía otra de sus sólidas carreras para terminar séptimo y Klien "hacía amigos" a base de no hacer mucho caso de los espejos ni de las banderas azules cuando le iban a doblar pero, aun así, o tal vez precisamente gracias a ello, terminaba octavo.

No quería terminar el comentario sin hacer mención a la extraordinaria vuelta de calificación protagonizada por el holandés Albers que hacía un tiempo "imposible" con su Minardi, quedándose a medio segundo de Webber y batiendo tanto a Klien como a los dos Jordan y, por supuesto, a su compañero de equipo Friesacher. Luego en carrera ya no habría más milagros pero ese giro totalmente al límite del subcampeón del DTM el sábado es de los que salen bien pocas veces y de los que hacía tiempo no se veían con un Minardi.

¡Indianápolis!
La mini temporada americana se completa el próximo fin de semana con el gran premio de los Estados Unidos en el legendario circuito de Indianápolis ... aunque sea en esa versión "light" adaptada a la fórmula 1 en vez de en el "salvaje" óvalo de las 500 millas. El año pasado la única curva peraltada del oval que se utiliza en la pista del gran premio ya puso a prueba la resistencia de gomas y coches (¡que se lo pregunten a Ralf y a Fernando!) así que este año con la nueva reglamentación que obliga a no cambiar ruedas en toda la carrera la elección de los compuestos más resistentes pero a la vez veloces será determinante. Veremos quien de Michelin y Bridgestone afina más y a partir de ahí los pronósticos ya se decantaran de uno (McLaren o Renault) u otro lado (Ferrari). En todo caso, lo bonito de este mundial 2005 es la incertidumbre, ¡que siga así!