| Año IV | 2005
 Campeonato del Mundo de Fórmula 1 2005 | GP de BRASIL| 17ª prueba | 15 de Septiembre


¡Ya es suyo! Ahora ya no hay más cuentas que echar, Fernando Alonso es el Campeón del Mundo de Fórmula 1 2005, el piloto que sucede en el palmarés al heptacampeón Michael Schumacher, el campeón más joven de la historia a sus poco más de 24 años, arrebatándole un record histórico al legendario Emerson Fittipaldi.
En Brasil a Alonso le bastaba con acabar tercero sin importarle lo que hiciese su único rival a estas alturas del año, Kimi Raikkonen, y justo tercero es como terminó Fernando el gran premio más importante de su vida. Su explosión final al pasar por meta y después al llegar al paddock, mezcla de alegría y rabia desatada resumía en unos segundos y unos pocos gestos toda una trayectoria que empezó casi antes de aprender a andar, conduciendo un kart ya desde los tres años de edad.
Fernando es un predestinado al éxito y él es, sin duda, el menos sorprendido por haber llegado tan pronto a donde siempre quiso llegar, a los más alto de la fórmula 1. Porque desde que empezó a competir Fernando no sólo soñaba con llegar a ser Campeón del Mundo, Fernando SABÍA que lo iba a conseguir y, tal vez, en esa extrema determinación, en ese absoluto convencimiento en sus posibilidades estriba gran parte de su éxito. El resto es puro talento, es ese don natural con el que o se nace o no hay nada que hacer para conseguirlo.
Algunos tienen la voluntad de Fernando, otros puede que tengan su talento pero, hoy día, ninguno tiene en tal cantidad ambos ingredientes. Y sólo así se puede ganar un mundial como el de este año, sin disponer del mejor coche más que en las tres primeras carreras, aprovechando al máximo cuando la ventaja técnica estaba de su lado y "apretando los dientes" después para no ceder ante la irresistible ascensión de los McLaren-Mercedes.
Un sólo error en todo el año, Canadá, y una larga, interminable, lista de aciertos, han llevado a Alonso y a Renault a ganar un título mundial de F1 con dos carreras de adelanto en un año en que, si analizamos friamente las cifras y los datos de toda la temporada, el mundial no se le podía haber escapado, de ningún modo, a McLaren. Pero ganando así es como se demuestra la auténtica grandeza y por eso el título de Alonso adquiere aun más valor, porque cuanto más fuerte es el rival más mérito tiene lo obtenido y, esta temporada, más fuerte que Raikkonen y McLaren sólo había uno en pista, y ese uno era Fernando Alonso.

¡Salida! Alonso en cabeza, Montoya a la caza y Raikkonen acechando ya a Fisichella
(foto Renault)

El colombiano pasa pero no importa, con ser tercero basta
(foto Daimler-Chrysler)

Kimi sabía que si Alonso no falla el título estaba perdido
(foto Daimler-Chrysler)


Para empezar ¡Alonso en pole!

En McLaren sabían que afrontaban ya una auténtica "Misión imposible". Por si fuera poco, Alonso les daba otro de esos golpes sicológicos que han jalonado buena parte de la temporada del asturiano y se hacía con una pole absolutamente inesperada y que ponía ya las bases de un fin de semana inolvidable. Montoya le escoltaría en la primera fila mientras que Raikkonen, en su afan por batir el crono de Alonso con un McLaren bastante más cargado de gasolina que el Renault de su rival, se pasaba de frenada en la difícil S Senna que da inicio a la vuelta del "autodromo Carlos Pace" y tenía que conformarse con partir desde la tercera fila y empezar ya el gran premio cuesta arriba.

Montoya en su papel

La salida era limpia por delante pero no tanto en el centro de pelotón donde un "sandwich" entre los Williams y el Red Bull de Coulthard dejaba a los dos coches de Sir Frank tocados y acababa con las esperanzas de Pizzonia de brillar en la carrera de casa.
El "safety car" salía a pista para facilitar la limpieza de los restos del Williams del brasileño espercidos en la zona y, en cuanto se retiraba, Montoya pasaba al ataque, se ponía en paralelo con Alonso y este, consciente de que "esa no era su guerra", no forzaba más allá de lo aconsejable en la difícil frenada de la recta de atrás. Raikkonen intentaba aprovechar también el momento pero no le era posible y entrábamos en una primera fase de carrera muy estable, con todos esperando ya a los primeros repostajes.

Como era de preveer, los Renault eran de los más ligeros y Alonso entraba unas cuantas vueltas antes que Raikkonen. Cuando el finlandés realizaba a su vez la primera parada en boxes, su ritmo en las vueltas de más que había estado en pista le había permitido ya superar al español como seguramente estaba previsto en ambos equipos. Pero para Alonso y Renault la situación seguía siendo favorable, con el tercer puesto bastaba y, pese a que Schumacher había superado a un muy poco incisivo Fisichella tras el paso por el pitlane de ambos, todo estaba controlado.

Schumacher cuarto pero sin poder inquietar a Alonso por la tercera plaza
(foto Bridgestone)

¡Ya esta! Tercera posición en el gran premio y ¡Campeón del Mundo!
(foto Renault)

Alegría y rabia al mismo tiempo ¡Toma, toma y toma!
(foto Renault)

Doblete inútil de McLaren, Alonso es tercero y ¡Campeón del Mundo!

Lo que quedaba de gran premio no fue sino un tenso trámite. En McLaren habían conseguido colocar a sus dos coches delante, aunque fuese en el "orden incorrecto", pero nadie inquietaba la tercera plaza del Renault de Alonso y, salvo un inesperado incidente, un más que improbable error o alguna circunstancia externa, como la lluvia que amenazaba desde la salida, todo estaba ya decidido. Y nada de esto pasaba, ni el Renault, tan fiable como durante todo el año, desfallecía, ni Alonso, tan infalible como acostumbra, fallaba, ni la lluvia tropical pasaba de cuatro gotas que no llegaban casi a hacerse notar. Sólo quedaba contar las vueltas que faltaban y prepararse para celebrarlo. Cuando el R25 número 5 pasaba, despacio, por delante del muro de boxes y cruzaba la meta en tercera posición, la explosión de júbilo de su equipo, los brazos al alto de su piloto y el griterio de miles de gargantas se confundían en una celebración tan espontanea como esperada. ¡Fernando Alonso era ya, matemáticamente, el Campeón del Mundo 2005!

¡Y todavían quedan dos grandes premios!

Con el campeonato de pilotos ya resuelto todavía queda una corona que asignar, menos apreciada por el público pero muy importante para los equipos, el título de constructores. Tras el tan ansiado doblete obtenido por McLaren en Brasil, tan ansiado como inútil a efectos de frenar Alonso, la escudería británica ha superado, por fin, a Renault en la lucha por el "otro título" y parece realmente difícil que la marca francesa pueda recuperar el liderato a la vista de la superioridad técnica mostrada por las flechas plateadas en los últimos meses. Sólo la tenacidad de Alonso ha mantenido también abierta esta clasificación y ahora, sin nada que perder, veremos si el asturiano todavía es capaz de buscar otro milagro y pelear con los McLaren de tu a tu sin tener que preocuparse por defender su liderato.
Ya tenemos campeón pero esto todavía no ha terminado y lo que queda puede ser, si cabe, más divertido.