| Año IV | 2005
 Campeonato del Mundo de Fórmula 1 2005 | GP de BELGICA| 16ª prueba | 11 de Septiembre


¡Visto para sentencia! Así ha quedado el mundial de fórmula 1 tras la complicadísima carrera de Spa. El legendario circuito belga hizo honor a su fama y el habitual clima lluvioso del bosque de las Ardenas añadió el picante extra que le faltaba a un nuevo duelo McLaren-Alonso que ha vuelto a tener, prácticamente, el mismo resultado que en las últimas carreras de este increible verano de fórmula 1 del 2005: nueva victoria de McLaren pero con sabor agridulce para el equipo de Ron Dennis ante la enésima demostración de consistencia, madurez y saber estar de Fernando Alonso, dando ya el paso decisivo que le faltaba para asegurarse el campeonato.

Sexta victoria de la temporada para Raikkonen...
(foto Daimler-Chrysler)

...pero la segunda plaza de Alonso la hace inútil
(foto Renault)

Las caras de uno y otro lo dicen todo
(foto Renault)


La lluvia lo puede complicar todo

Con la situación del campeonato perfectamente definida tras Turquía en McLaren y Renault sabían de sobra lo que tenían que hacer en Spa, los primeros necesitaban urgentemente ese doblete que está claramente a su alcance pero que se les sigue resistiendo, los segundos contaban con hacer su carrera y no cometer errores, con eso ya estaría más que de sobra para que Fernando estuviese en esas cuatro primeras plazas que le mantendrían comódamente en cabeza de la table hiciese lo que hiciese Kimi.
Los entrenos deparaban una nueva demostración del actualmente imparable poderío de los McLaren-Mercedes con pole para Montoya y segunda plaza para Raikkonen que aseguraba una primera línea totalmente plateada. En el campo contrario, en cambio, las cosas no iban tan bien como es costumbre este año. Fisichella había sido el tercero más rápido ... pero tras un cambio de motor en los libres que lo enviaba al puesto 13 en parrilla y que, de ser el italiano supersticioso ya le podía dar una ídea de como le iba a ir en carrera. Alonso, por su parte, era quinto, con Trulli intercalado entre los dos Renault aunque el retraso por reglamento del "Fisico" le situaba en una posición perfecta para sus intereses, la cuarta. Lo que más les podía preocupar era el clima, una carrera con lluvia siempre es una lotería en la que las situaciones impredecibles pueden estar a la orden del día, justo lo que en Renault no necesitaban a estas alturas del campeonato.

La McLaren en otro nivel

El siempre complicado primer paso por la lenta curva de La Source tenía dificultad extra debido a lo húmedo del suelo así que, todos calzados con intermedios, los pilotos de cabeza no hacían "locuras" y Montoya tomaba el mando seguido de Raikkonen mientras que Alonso veía como Trulli estaba dispuesto a arriesgar más de lo que el asturiano necesitaba hacerlo en la frenada de las Combes y decidía, inteligentemente, tomarse las cosas con calma.
Por detrás la carrera sufría su primer incidente de importancia enseguida. Fisichella, tratando de remontar desde su retrasada posición de salida, estaba atacando con un R25 reglado para seco y que en mojado era tremendamente delicado de conducir. El resultado de ello no se hacía esperar y el italiano se daba un golpe realmente importante en el siempre temible Raidillon a resultas del cual la intervención del "safety car" era inevitable. Tras retirarse el coche de seguridad la acción se reanudaba ¡y de que forma! Sato hacía uno de esos movimientos imposibles marca de la casa en la frenada de la Source y se llevaba por delante a un Schumacher que, por unos momentos, perdió esa habitual frialdad de caracter que se le supone, bajándose del muy dañado Ferrari como una furia y llendo directo a recriminar al japones, todavía en su cockpit. Algo que nos recordó, de inmediato, aquel famoso incidente entre Piquet y Salazar de hace un montón de años ¡cuando el brasileño se lio a puñetazos con el casco del chileno! Esta vez la cosa no pasó a mayores y la única consecuencia fue el abandono de ambos.

Ajenos a todo esto, los McLaren se distanciaban inexorablemte mientras que Alonso y su equipo hacían los cálculos oportunos para superar a Trulli en los repostajes como así sucedería y marchar seguros camino de una valiosísima tercera posición.

Montoya estaba perfecto en su papel ... ¡hasta que le arrolló Pizzonia!
(foto Daimler-Chrysler)

Los BAR protagonistas, Sato "se cargó" a Schummy y Button subio al podio
(foto BAR press)

Webber se reencontró a si mismo en la carrera más difícil del año y acabó cuarto
(foto BMW press)

¡Lo que no le pase a Montoya!

El doblete McLaren parecía asegurado, con Raikkonen por delante de Montoya "como tiene que ser" luego de que las diferentes estrategias de paradas en boxes pusieran a cada uno en el sitio que el equipo quería con discrección. Un doblete que de cara al título de pilotos les servía de poco, con Alonso tercero, pero que valía su peso en oro pensando en el de constructores.
Sin embargo, cuando parecía que nada podía impedir el tan ansiado doblete de las "flechas plateadas" llegó el absurdo incidente entre Pizzonia y Montoya que dejó al colombiano fuera de combate. Ya hacía varias vueltas que la pista estaba mostrando un cada vez más ancho carril seco, así que los más valientes, o más bien, los que tenían menos que perder, decidieron jugársela toda a una carta y montar neumáticos slick. Entre ellos estaban button, que remontaría como una furia hasta el podio final y el Williams de Pizzonia, de nuevo compitiendo en el puesto del lesionado Heidfeld. El caso es que el brasileño rodaba visíblemente más rápido que los coches de cabeza, calzados con intermedias, y llegado el momento de desdoblarse de Montoya ¡se lo llevó por delante! A Juan Pablo debe de haberle mirado un tuerto este año porque parece mentira la cantidad de incidentes realmente extraños que está protagonizando ... y de los que saca partido casi siempre Alonso que se encontraba así con un segundo puesto que dejaba el título a sólo seis puntos con todavía tres carreras por delante. ¡El campeónato es suyo!

Campeón en Brasil

Terminábamos nuestro comentario sobre el gran premio de Italia preguntándonos si el título caería en manos del asturiano en Brasil. Ahora ya nos atrevemos a afirmarlo y no es un gran atrevimiento la verdad, a la vista de la trayectoria que llevan Alonso y su Renault, con un pilotaje impecable y sin errores y una fiabilidad mecánica a toda prueba, un tercer puesto en el gran premio brasileño, lo que necesita para asegurase matemáticamente el título aunque vuelva a ganar Raikkonen, parece más que a su alcance. Preparémonos pues para festejarlo, sean en Brasil, en Japón o en China: el campeón del mundo de Fórmula 1 2005 va a ser un español, ¡Fernando Alonso!