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José
Antonio López Fombona es, indudablemente, el piloto
asturiano más conocido y, probáblemente, el más
querido por la afición. Su dilatada carrera deportiva
es díficil de resumir por lo que dejamos que sea el propio
Jose Antonio el que nos comente los hechos más destacados
de la misma desde sus inicios en el 72 "con un Mini
850 preparado por un amigo mio de Oviedo, Antonio Fernández".
El buen resultado le anima a continuar y participa en la
Subida a la Manzaneda con 1430/1600 "en la que me ganó
Victor Abraham pero aquello me sirvió para refrendar
que las carreras era lo que me gustaba" |
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Siempre
al límite, aquí con el SEAT grupo 5 en un
rallye Villa de Gijón
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El
Escort, un coche a la vez divertido y eficaz
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El
Fiat 131 era el "coche de carreras" por excelencia,
con él llegaron más de 50 victorias entre
rallyes y subidas
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El
retorno a la competición con el M3 en el 98, desde
el principio con buenos resultados
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Con
el 320ST ex-Xavi Riera, Fombona es "dueño y señor"
de la categorías de carrozados en las dos últimas
temporadas
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La
idea del XSara era volver a los rallyes...
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...pero
al final Fombona se queda en la montaña con su nuevo
Audi
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Más
adelante y con la ayuda de un grupo de amigos preparan un
Ford Escort "del que guardo muy gratos recuerdos ya
que era muy divertido de conducir". Al Escort le
siguieron diversos vehículos (1430/1800, Mini ME-PRE,
Fórmula y SEAT 1430/1600 Juncosa). De ahí pasamos
a la época del Abarth "sin duda el coche de
carreras por excelencia. Sólo nos dió satisfacciones,
era un coche fantástico". Con él obtuvo
numerosas victorias entre las que destaca el Principe del
80. Al final de esta etapa, las obligaciones laborales empiezan
a hacerse dificiles de compaginar con las carreras pero para
matar el "gusanillo" alquila un Porsche con el que
realiza diferentes pruebas y vuelve a meterse de lleno en
la competición al conseguir con el apoyo de Abundio
Gascón un Renault 5 Turbo "con el que casí
gozé del título de semioficial de Renault. Eran
unos coches superdivertidos, la "culera" estaba
todo el día en danza". A final de temporada
llega el momento en que José Antonio ha de abandonar
las carreras para dedicarse a la empresa familiar. Desde entonces,
ha estado sin correr casi 15 años "exceptuando
una salida esporádica con un R5 GT Turbo a principios
de los 90", hasta que decide retornar en el 98 con
un M3 a la montaña, la cual le permite compaginar la
competición con el trabajo. Tras comprobar "que
no estaba oxidado", adquiere un 320ST ex-Xavi Riera
"una magnífica máquina, potente aunque
en alguna circustancia un poco dificilillo de llevar"
con el que hace dos temporadas. Para el 2002, adquiere
un Xsara con la ídea de volver a los rallyes pero finalmente
decide decantarse por la montaña para lo acaba de hacerse
con un Audi a los mandos del que estamos seguros volverá
a deleitar a los aficionados con su espectacular conducción.
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