Pero
fué el siguiente coche, el 131 Abarth, el que inició
una larga relación de nuestro protagonista con las
marcas y preparadores italianos. La aventura de los Abarth
de la Escudería Villaviciosa comenzó con la
adquisición de un vehículo para Fombona y dos
meses después con otra unidad similar para Cardín
que lo estrenó "en un rallye de Invierno en
León, que la verdad es que lo gané yo porque
me dejó Fombona, que penalizó en el último
control para que yo ganase el rallye". Con este coche
obtuvo grandes satisfacciones y siguió corriendo con
él hasta que el cambio de reglamentación, con
el fin del grupo 4 y la llegada del grupo B, hizo imposible
continuar utilizándolo. Tras un año sin correr,
decide ponerse en contacto con Abarth para ver la posibilidad
de traer un Lancia 037 "porque era el coche que ganaba
en aquella época y porque puesto al habla con Opel
y Audi los precios de estos eran astronómicos".
Se va a Italia con Pérez de Vargas y llega a un acuerdo
para adquirir un 037 Evolución 1. El estreno no pudo
ser peor "fué en un rallye de Madrid, me pegué
un "pepinazo" bueno y tengo dos vertebras aplastadas
gracias a aquello". Afortunadamente las cosas fueron
mejor en las siguientes carreras y siguió con el 037,
posteriormente pasado a Evolución 2, hasta que la abolición
de los grupo B obliga a volver a buscar un nuevo vehículo
acorde con la nueva reglamentación. Cardín contacta
con el preparador italiano LeaderCars que en la época
llevaba en España el Delta de Capdevila. "Traje
en un principio un 16 válvulas, luego un Deltona y
después otro de tierra, una "bestia" con
480CV. Aquello no era para mi así que me quedé
con el que uso actualmente". Tras una breve experiencia
con un Corolla "que es otro mundo" siguió
con su fiel Lancia hasta ahora en que "tal vez en
Grado pruebe un Evo VII grupo N de los últimos"
con el que, estamos convencidos, seguirá deleitando
a los buenos aficionados con su fina conducción
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